
“Solo una cosa para terminar: empezé esta charla desde el lugar del poeta, resbaladizo y sospechozo por autonomasia. Ese lugar suele ser confundido con el de la jaculatória (no la eyaculación) la retorica huera o el delírio que sirve de festón para um orden que no pasa por lo poético. De ahí que el escritor argentino Osvaldo Lamborghini llamara, en una entrevista, “a sacar al poeta del lugar del boludo”. Que lo consigamos o no, no desmiente las posibilidades poéticas del portuñol. Al final –podríamos decir, parafraseando a Nacha Guevara: La lengua no tiene nada que ver / Cuando uno es boludo, es boludo” De PAPELES AVULSOS
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